Como es sobradamente sabido, estos centros y sus usuarios están siendo víctimas de la pandemia. Este hecho está dando lugar a diferentes valoraciones, como el cuestionamiento del modelo residencial, que pasan por alto las dificultades que un centro para personas dependientes puede tener para que la protección principal de usuarios y trabajadores sea una distancia social incompatible con los cuidados básicos o lo errático de las recomendaciones que se han dado en cuanto a los elementos de protección o la no realización de tests durante gran parte de la crisis. Reflejo de la situación son tres noticias recientes que recogemos: Un reportaje de María Sosa Troya en El País recoge el dilema al que se enfrentaron algunas familias que finalmente optaron por sacar de las residencias a sus mayores; la decisió que ha tomado la Comunidad de Madrid de permitir las visitas familiares a mayores terminales en las residencias, de la que informa Acta Sanitaria o las condiciones en las que la Diputación de Bizkaia autorizará las visitas a personas atendidas en estos recursos, que leemos en Geriatric Area.